LA PIEDRA EN EL ZAPATO DE LOS MEDICAMENTOS BIOLÓGICOS

Un problema frecuente para los reumatólogos en el tratamiento con fármacos biológicos es la inmunogenecidad, que además es una de las principales causas de pérdida de la eficacia del revolucionario tratamiento para las enfermedades autoinmunes

Las causas del fracaso del tratamiento biológico no son todas conocidas. Una puede ser la existencia de un mecanismo alternativo y distinto del que bloquea el fármaco biológico empleado, circunstancia que es más frecuente en el fracaso primario (respuesta insuficiente desde el inicio) y otra la aparición de anticuerpos dirigidos frente a ese biológico que neutralizan su acción o aceleran su aclaramiento, es lo que se denomina inmunogenicidad, que presumiblemente tendrá mayor peso.

Cuando un paciente no responde a un fármaco biológico, existen diferentes opciones: aumentar la dosis del mismo biológico o acortar el intervalo, combinar ese biológico con otro tratamiento denominado clásicos, cambiar a otro biológico de la misma familia (en el caso de anti-TNF) o cambiar a otro biológico con un mecanismo de acción diferente. Hoy en día no hay evidencia científica suficiente para saber cuál es la alternativa más adecuada y se adopta una u otra de forma empírica.

También existe una serie de problemas técnicos a la hora de determinar la inmunogenicidad, debido a que no es fácil medir anticuerpos frente a anticuerpos. Hay distintas técnicas con distintas sensibilidades y especificidades que ofrecen resultados dispares. No hay un método estandarizado para estudiar la inmunogenicidad.

Es por eso que frente a este escollo en el tratamiento con biológicos que la compañía Pfizer realizó una encuesta a 250 reumatólogos de países de Europa en el que  por ejemplo los reumatólogos de España en un 74%, consideraban que un mayor conocimiento de la inmunogenicidad mejoraría la atención al paciente, sus colegas de Holanda en 38 % y Alemania en 54 % opinaron igual.

Asimismo, el estudio arroja que una media del 15% de los pacientes con artritis reumatoide tratados con una terapia biológica muestra una falta de respuesta secundaria al tratamiento. En tanto 66% reconoce que la administración de una dosis estable es uno de los puntos clave en el tratamiento de estos pacientes, según Susana Gómez, responsable médico de Inflamación de Pfizer.

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